Hoy 16 de Julio se cumple un año más de fundado el partido liberal por Ezequiel Rojas Ramírez, nacido en Miraflores, hoy provincia de Lengupá, departamento de Boyacá, cuna del general presidente Santos Acosta.
Cierto es que las democracias no pueden existir sin partidos, siendo los más antiguos los dos tradicionales ingleses, los Whigs, quienes comenzaron a llamarse liberales solo hasta el año 1868 y los Tories inicio del partido conservador, el tercero más antiguo que aún existe es el partido Demócrata de los Estados Unidos de América, el que le diera inicio Thomás Jefferson en 1792, luego los dos partidos uruguayos, el Colorado y el Blanco o Nacional, siguiendo en ese orden de ideas el partido liberal colombiano, surgiendo como tal el 16 de Julio de 1848, el séptimo el partido conservador colombiano fundado el 4 de octubre de 1849 por Mariano Ospina Rodríguez.
Como hecho histórico se deberá anotar que tanto Rojas, como Ospina, participaron en la conspiración de la noche septembrina, el primero como campanero desde la casa del coronel White, el segundo ingresa con sus seguidores y armas blancas a los aposentos de la casa presidencial hoy denominada como San Carlos.
Este episodio obliga a Ezequiel Rojas a su destierro, tratando de regresar en 1830, pero la dictadura de Rafael Urdaneta se lo impide, haciéndolo en 1832 para ser elegido representante a la Cámara por la provincia de Tunja.
Acudiendo a las anotaciones del historiador Llano Isaza, actual veedor del partido liberal, el 16 de Julio de 1848 era un domingo, día de la virgen del Carmen, en un país donde el 90% de la población era analfabeta y de los 2.400.000 habitantes que tenía la Nueva Granada, sólo 20.000 niños acudían a la escuela primaria en todo el país y Bogotá una pequeña aldea de 40.000 habitantes.
Se publica en esa fecha en el periódico Bogotano el «AVISO” un artículo que llevó como título «LA RAZÓN DE MI VOTO», cuyo autor Ezequiel Rojas proclamaba la candidatura a la presidencia del general José Hilario López, exponiéndose por primera vez la plataforma doctrinaria del PL, con la salvedad que el candidato de la corriente liberal era Ezequiel Rojas quién declina en favor del general caucano.
Cotejando el pensamiento liberal esbozado en esa plataforma política surgen muchos interrogantes con la política presente, opuesta en gran parte a lo allí consignado, principios ojalá sean rescatados y desarrollados a cabalidad por la actual dirigencia que seguramente serán revisados en la próxima convención a celebrarse en noviembre del presente año.
Reconocer que se han tenido desvaríos, pero que han sabido sobreponerse a las dificultades del pasado, como producto de la violencia partidista y las ambiciones sin horizonte de algunos que han deshonrado tan importante credo político.
Abrigamos nuevos vientos para el liberalismo colombiano, recordando el enunciado de Alejandro Dumas, «El partido liberal triunfará más tarde o temprano a despecho de los apostatas que lo han traicionado por cobardía o conveniencia. Entonces sabrá hacer la distinción entre los que le hayan quedado fieles y los que le hayan vuelto la espalda».
Una lástima no aprovechar estas fechas para concitar a la militancia a rememorar la historia del partido, sus ejecutorias y lo que ha representado para el desarrollo del país.
ADENDA UNO. Militar en un partido es un ejercicio de libertad, de responsabilidad con la esperanza de contribuir al cambio de una sociedad, el barrio, la ciudad y el país en que se vive.
Ahora bien, ante las críticas hacia los partidos, muchas con razón, estos tendrán que adaptarse a los cambios sociales, a las nuevas realidades, transparentes en su funcionamiento, excluyendo de su militancia a esas manzanas podridas que tanto daño les hacen a los partidos, con rendición de cuentas tanto a sus seguidores, como a la sociedad, si es que desean subsistir.
ADENDA DOS. Lo que faltaba, los directamente comprometidos en el atraco a UNGRD, manifiestan no oponerse a una medida de aseguramiento, vaya, vaya, ¿desde cuándo la justicia tiene que pedirles el consentimiento a los delincuentes para aplicar el marco normativo existente?
ADENDA TRES. La utilización del manoseado principio de oportunidad, también llamado de impunidad, daría lugar para conocer por parte del INPEC o de los organismos competentes el numero de sindicados por infringir las normas penales que están cobijados con esta figura procesal , y si ha servido para resolver de manera eficiente las investigaciones que se tramitan en las instancias respectivas.
Seguramente nos llevaríamos más de una sorpresa.
Otro desplante presidencial en la ceremonia militar de reconocimiento a los nuevos comandantes de las fuerzas armadas.
¿Qué pensarán los integrantes de estos cuerpos armados del inusual comportamiento de quién por constitución es el jefe supremo de las fuerzas militares? ¿Será correcto el término de desplante?
Por: J.Ferney Paz Q – Exmagistrado
