Foto cortesía Banco de la Repúbica.
Apreciados amigos: Hay sobre el tapete una discusión acerca del Tesoro Quimbaya, y, sin que nadie me lo pregunte, “voy a echar mi cuarto a espadas” y lo hago por el derecho natural que tenemos los seres libres para expresarnos sin necesidad de pedir permiso.
1.- La Academia de Historia del Quindío tiene todo el derecho de hacer su campaña por la devolución del tesoro Quimbaya, amparada en lo que ha expresado la Corte Constitucional y, aún más, en el derecho que tenemos todos los colombianos de que unas piezas que son parte del patrimonio nacional, regresen a su tierra, específicamente al Quindío.
2.- Es la Cancillería Colombiana la que debe adelantar las labores diplomáticas para hacer que dicho tesoro regrese a nuestro país y, ninguna diligencia, debe hacerse por fuera de los canales diplomáticos porque nuestra lucha por recuperar ese tesoro perdería fuerza.
3.- Ante la constante negativa del Estado español por devolver el tesoro Quimbaya, cualquier colombiano está en su pleno derecho de plantear alternativas o de omitir opiniones, sin que ello de pie para que se le falte al respeto o se desconozca su libre derecho a la libertad de expresión. Porque, además, a nadie se le ha otorgado el derecho de aplastar a los demás.
4.- Es necesario que la Academia Colombiana de Historia se apersone de este clamor ciudadano y busque un acercamiento con el Señor Ministro de Relaciones Exteriores para que nos cuenten en que van las gestiones ordenadas por la Corte.
5.- En una conversación que sostuve en Cartagena con la Ministra de Relaciones Exteriores del gobierno de Juan Manuel Santos, Dra. María Ángela Holguín, me contó que ella, personalmente, le había propuesto al gobierno español que nos devolvieran el 40% de las piezas que no están expuestas de forma permanente en el Museo de las Américas de Madrid y que a cambio, el gobierno colombiano ofrecía llamar Museo España, al museo que deberá constituirse con las piezas rescatadas del galeón San José, pero que el gobierno español había guardado silencio. (Terminada esa conversación, tomé mi celular, llamé a Jaime Lopera y le narré lo que había escuchado).
6.- Me parece que hemos sido demasiado pasivos en este propósito de rescatar el tesoro Quimbaya y por ello invito a todas las Academias y Centros de Historia de toda Colombia para que ejerzamos presión sobre la cancillería colombiana y le demostremos a España que este es un anhelo nacional, no simplemente regional, y que exploraremos todos los caminos del diálogo para conseguirlo. Incluso, si es necesario, acudiendo a todas las instancias internacionales con la denuncia.
7.- Me horroriza pensar que vayamos a dejar solas a las fuerzas vivas del Quindío o a quienes plantean otras posibilidades, en este propósito. El rescate del tesoro Quimbaya tiene que ser un anhelo de toda Colombia, de todos los gremios, de todas las corrientes políticas. España nos tiene que devolver el tesoro Quimbaya, exploremos rutas, planteemos fórmulas, pero España nos tiene que escuchar.
Cordialmente,
Rodrigo Llano Isaza, Ciudadano colombiano.
Bogotá D.C. Septiembre 16/2023