EL CRÁTER DE UN VOLCÁN INACTIVO

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Nunca he ido, pero me imagino las corrientes de agua que se pierden en la profundidad de su nido.

Así mismo es el corazón de una dama, cansada de recibir improperios, insultos, sufrimientos y de ver esperanzas truncadas por promesas incumplidas, sin saber él, que ella es como un cráter cuando se activa.

Primero sale vapor, que es aquella cantidad de agua que recibe, son sus mismas lágrimas cuando entran en ebullición, está cansada de soportar tanto peso, porque el agua pesa, igual como pesan las angustias, el sufrimiento, la espera.

Luego del vapor de agua, viene la fumarola, es su llanto silencioso, son gases de combustión sin llama, pero con una temperatura muy alta.

Al final, la erupción, hay llamas, revienta el corazón así se muera el alma.

El corazón de una dama puede ser la fuente cristalina más pura que el Señor haya creado, como también el volcán más feroz cuando muestra sus llamas.

Por eso a la mujer hay que abrazarla, para quitarle un poco de calor a su alma, hay que besarla, para mojar sus labios con el rocío de la mañana, hay que cantarle y escribirle versos y poesías para que dance al compás de bellas melodías.

Por: Jordelio

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