El 2 de junio del 2021 falleció de manera inesperada en la ciudad de Envigado, nuestra amiga, escritora y gran cuentera Fabiola Saldarriaga Garcés, quien desde el año 2017 estaba vinculada con @vigueriasculturales y que gustosamente nos recreaba verbalmente con sus acertados cuentos cotidianos tales como: «Mi vecino Siriaco no es malo, pero metido», «Una visita Inolvidable», «El amor de Verdad» «Al miedo no le ponen calzones», entre muchos, que se destacan por el poder de su palabra, su imaginación y el amor por la vida.
Héctor Mario Hurtado Díez – 11 junio 2022
Fabiolita, nació en Envigado, el 20 de septiembre de 1.935, sus padres Ricardo Pastor y Rosa Gárces, tuvieron una numerosa familia, donde algunos de sus sobrinos se destacan como profesionales y escritores entre ellos a Hugo, Ernesto y Emiro como Caricaturista. Fue una gran emprendedora y creó su propia marca de Champú artesanal, llamada Fabisa, que era efectiva para la caída del cabello, lo producía y comercializaba en Envigado y algunos municipios.
En el año de 2017 conocimos de sus incursiones literarias y su amor por el cuento, donde rapidamente tuvimos nuestros primeros acercamientos, donde empezamos a producir sus cuentos, los cuales nos lo narraba con una increíble memoria, los plasmabamos en el papel para luego publicarlos en nuestra Revista Viguerías Culturales. A partir de estas publicaciones tuvimos un gran acierto y fue así como nuestros lectores leían asiduamente todos sus cuentos.
Hoy despues de 1 año de su partida la recordamos con profundo cariño, gratitud y como homenaje a Fabiola y a su familia producimos uno de sus famosos cuentos.
El amor de verdad
Por Fabiola Saldarriaga
Él se llama Arcadio y ella se llama Domitila, como todo hombre normal, tengo una novia a la que quiero mucho, con la que deseo casarme si mi mamá me deja; su nombre es Domitila.
Ella dice que: “Con una mujer tan boquisucia como lo es Domitila no se puede formar un hogar, puesto que no habría ejemplo para los hijos”.
Yo sé que eso es verdad, pero ella es buena, y esas palabras que dice mi adorada, son para mí oraciones que reza para mis amigas, especialmente cuando me ve con ellas, donde le provoca es matarme.
Por eso les contaré lo que me ocurrió la primera vez que la llevé al cine: pasamos por el teatro y en cartelera estaba Sofía Loren y ella me dijo: ¡Ay Arcadio a esa película sí me tienes que llevar, es apenas para nosotros los mayores!
En aquel lugar, también estaban mis amigas, quienes descubrieron que Domitila quería ver esa película, por lo cual, muy generosas, le compraron una boleta. Entramos a la película y en una escena que era fuerte, Domitila me codeaba, y me decía: “Qué belleza Arcadio y usted que no es capaz de hacer eso”. Cuando salimos del teatro, mis amigas se burlaron de mí y repitieron las mismas palabras de mi adorada: “Y usted que no es capaz de hacer eso”, al instante Domitila se enfureció, y abriendo su boca como sapo de fétida laguna, se le saltó su prótesis dental.
Nunca llegué a pensar que Domitila tuviera dentadura postiza. Mientras ella me gritaba: “Arcadio cógela que la van a pisar”, una moto se me adelantó y sólo pude recoger parte de la caja y una muela. Al instante se la entregué, y ella llorando decía: “Eso no es mío”, así que le dije: “Claro que sí mi amor, es tuya ¿Acaso no ves que tiene restos del huevo del desayuno de antier?
De inmediato, Domitila se montó en un taxi y al otro día me suplicó que le llevara su caja de dientes al odontólogo, pero me llevé una gran sorpresa cuando me ordenó lo siguiente: “Arcadio dile al doctor que me los haga bien grandes, bien lindos, bastantes, y, sobre todo, que sean de oro golfi o nada.
Yo me repetía: ¡DIOS MÍO DE LA CIUDAD DE OFIR, POR ESO LA AMO TANTO!