Estos comportamientos del ser humano en la mayoría de las veces provienen de la crianza y de la educación que hayan tenido los padres para con sus hijos y esto esencialmente es un principio universal que se manifiesta en la forma de ser y proceder de cada miembro de la familia.
Las razones obedecen a los comportamientos de conducta de cada integrante y como puede ser su desarrollo a través de la formación en el hogar y la relación académica, donde se logra mostrar a la persona tal cual es; por eso es que la casa tiene mucho que ver en la educación y formación del individuo, dime con quien andas y te diré quien eres, nos decía nuestra madre cuando estábamos pequeños y es la verdad, si yo me relaciono mal sin duda alguna, las malas prácticas se me pegaran y estaré posiblemente condenado al fracaso.
En la casa se aprende a saludar, ser limpio, ser honesto, ser puntual, ser correcto, hablar bien, no decir groserías, respetar a los semejantes y a los no tan semejantes, ser solidario, comer con la boca cerrada, no robar, no mentir, cuidar la propiedad y la propiedad ajena, ser organizado. Y en la escuela, colegio o Universidad se aprende matemáticas, lenguaje, ciencias, estudios sociales, inglés, geometría y se refuerzan los valores que los padres y madres han inculcado en sus hijos.
Todo esto es un catálogo para nuestra existencia donde podemos saber cómo estamos de conocimiento y también de valores humanos que nos comprometan a hacer una sociedad justa y equitativa, donde el rey de la malicia no impere y haga daño en todo lo concerniente a la ambición de tener mucho a expensas de faltar con la honestidad y la verdad y ser un aliado de la mentira para engañar a la humanidad y hacer las cosas mal hechas. De ahí las malas mañas y malas prácticas que adquiere el ser humano y que en la mayoría siempre de los casos terminan enjuiciados por un juez donde pagan sus acciones con cárcel y dolor de tener un prontuario delincuencial sin premeditarlo antes de cometer la acción.
Por eso hoy en día necesitamos que los padres modernos, eduquen bien a sus hijos y los motiven a hacer siempre el bien sobre los demás para que luego su vida no se convierta en un castigo para toda su existencia y no tengan que lamentar la pérdida de la sociedad y de la familia.
Recordar siempre que las malas prácticas no son nada buenas.
Por: Héctor Mario Hurtado Díez.
