NO NOS LLAMEMOS A ENGAÑO

4 min read

Vigencia toma la frase de Gaitán cuando afirmaba por la época “que el país político, como el país nacional no van por buen sendero”, aunque la gran prensa como algunos medios pretendan desconocer esa realidad, afirmación que se sustenta en los hechos reiterativos que viene minando la credibilidad ciudadana en el manejo de la gobernanza, los escándalos de corrupción que comprometen a altos funcionarios de estado, a los que se les olvidó por decoro conjugar el verbo RENUNCIAR, o por lo menos apartarse de los cargos mientras atienden las investigaciones penales como disciplinarias que les permitan demostrar su inocencia, tal vez arropados por una ligereza de su superior de protegerlos de oficio en reuniones públicas, siguiendo la frase que la mejor defensa es el ataque.

El momento no está para la beligerancia verbal, donde quien tiene la obligación de buscar la unidad nacional, arremete en cada intervención pública u oficial contra sus contradictores, con un manejo dogmático de las propuestas de gobierno, hasta el punto de solicitarle a la jurisdicción constitucional, que la cuestionada reforma pensional sea mirada “con ojos de amor “al momento de ser revisada por esta corporación, insinuación fuera de contexto que afecta la autonomía e independencia de esta rama del poder público.

Lo anterior respecto al ejecutivo, en lo judicial, oportunidad para preguntarnos, ¿hasta cuándo debemos limitarnos a leer las informaciones de prensa que aluden a los llamados a versión libre, interrogatorios, fijación de fechas para imputación de cargos, acuerdos con la fiscalía, aplicación del principio de oportunidad, llamado también de impunidad, por la laxitud con quienes se someten al mismo, pero pasa el tiempo y se desconocen los resultados de esas diligencias preparatorias y menos aún las decisiones de fondo por parte de la jurisdicción competente con medidas efectivas para quienes han burlado la ley o incursos en graves casos de corrupción como acontece en la actualidad.

Como quisiéramos no tener que escribir lo anterior, pero es necesario que todos los que habitamos este país, los partidos, su clase dirigente e industrial, tomen conciencia del mal momento político social y se rescate a la nación del caos presente, como bien lo esbozó el director del PL ex presidente Gaviria en reciente documento, donde expone las dificultades del momento presente por la deficiente gestión de gobierno, con una frase lapidaria: .”Detrás de una retórica de cambio, el país ha tenido que soportar una serie de oprobiosos escándalos de corrupción, “ le agregaría de desconocimiento de la separación de poderes que constituye el sustento de las democracias.

Lo cierto es que se viene perdiendo el factor confianza hacia el ejecutivo central , pero a su vez mayor apoyo a la defensa de la institucionalidad.

ADENDA UNO. A propósito de los hechos de corrupción en la UNGRD el presidente se ufana al decir que impidió se continuara saqueando los recursos públicos al remover de inmediato a su amigo director del cargo, pero olvida a sabiendas que fue él el que lo nombró, debiéndose aplicar el principio jurídico de la “culpa in eligiendo”, que no es más que la responsabilidad por los actos del empleado a quien eligió.

En otros términos, locución latina que significa literalmente, “culpa en la elección”.

Menos mal así lo entendió en su intervención ante el Congreso el pasado 20 de julio.

ADENDA DOS. Los hechos denunciados y ojalá investigados con la debida celeridad judicial de intercambiar contratos por votos de algunos parlamentarios para apoyar actos de gobierno, no es más que la reafirmación de lo que los romanos denominaban el DO UT DES, que literalmente significa, DOY PARA QUE DES.

En buen romance, contratos por votos.

Vaya, vaya, que forma de gobernar y de legislar.

ADENDA TRES. Desconcertante la solidaridad de cuerpo con KID JESURÚN por parte de la dirigencia del balompié por los bochornosos sucesos en la final Colombia, Argentina.

Solo falta la placa de honor, con día cívico incluido.

Otro desdén del presidente hacia las fuerzas militares y la ciudadanía asistente con ocasión del desfile de la independencia.

Fuera de su tardanza , desentonó con una inapropiada vestimenta de playa.

¿Hasta cuando estos reiterados desplantes.?

Allí se escuchó: «Al pueblo se le respeta.»

Por: J.Ferney Paz Q – Exmagistrado

[email protected]

[email protected]

También te puede interesar