Política partidista VS Política electoral

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Dos temas centran la atención en el país, como si fueran los únicos en el complejo panorama nacional.

La política partidista con unas colectividades tanto la roja, como la azul dedicadas a las alianzas de último momento, a las coaliciones responsables del debilitamiento de los partidos políticos, el segundo tema el desarrollo del debate electoral para renovar los gobernantes locales e integración de las asambleas departamentales, concejos municipales, distritales.

Este proceso electoral marcará el futuro político administrativo de los próximos 4 años, estando en juego la suerte de estos entes territoriales, que ojalá los ungidos sean ciudadanos con vocación de servicio, como sería lo ideal y no en poder como se entrevé de voceros áulicos de algunas organizaciones políticas que solo buscan el beneficio de una cofradía para esquilmar los presupuestos de esas regiones, sus regalías, la contratación pública, sin importarles para nada las necesidades insatisfechas de esas comunidades.

Ahora bien, para evitar que ciertos personajes asciendan al poder regional, es deber del Consejo Nacional Electoral se pronuncie sobre la legalidad de un sin número de inscripciones realizadas de manera irregular con vulneración de las normas que afectan la transparencia de los comicios venideros, sin considerar otras prácticas clientelistas que resultan inadecuadas cuando se trata de hacer campañas políticas, buscando de cualquier modo resultados, aunque se tenga que acudir al fraude, a la intimidación, compra de votos, la doble militancia, o la trashumancia electoral.

Nuestro sistema político consagra que al vencimiento de un periodo electoral, el pueblo pueda escoger libremente sus gobiernos locales que lo han de regir en el nuevo periodo, haciéndolo a través del voto como un derecho y un deber ciudadano y como tal debe ser respetado, libre de coacción, restricción o constreñimiento que impida su libre ejercicio.

Tampoco resulta aceptable dividir el electorado en buenos y malos, que quien no esté con el establecimiento o gobernante de turno a nivel nacional se le considera un apátrida, y atenta contra la estabilidad política de la nación.

Les corresponde a los organismos rectores ejercer sus funciones de garantizar la pureza del sufragio, impidiendo a tiempo aquellos procedimientos de suplantación de jurados, alteración de actas de escrutinios, la manipulación del voto nulo, o las tarjetas sin marcar, con una adecuada implementación de la tecnología biométrica que consiste en escanear las huellas digitales del elector, que coincidan junto con la cédula y con los datos que reposan en el censo electoral.

Por último, no permitir que la poca democracia que nos queda se debilite aún más el 29 de octubre próximo pasando a manos de organizaciones o empresas electorales que solo pretenden el beneficio de unos pocos, asaltadores del erario, presumidos de las lánguidas investigaciones tanto fiscales, disciplinarias como penales, o lo que sería peor el surgimiento de camarillas dando origen a los gobiernos de miedo, absolutistas, despóticos, que nos hacen recordar épocas a ciegas que pensábamos superadas.

Recordar la frase de Winston Churchill: “la democracia es el peor sistema de gobierno, a excepción de todos los demás que se han inventado”, esto nos obliga a defender la libertad, el libre disenso, en busca de la prosperidad colectiva.

Adenda: La real academia tiene bien definido el significado de las expresiones: experiencia, el mérito y el talante profesional.

Experiencia: Práctica prolongada que proporciona conocimiento o habilidad para hacer algo.

Talante profesional: Capacidad de un profesional para encajar con la cultura de una organización.

El mérito: Es la acción que convierte a una persona en digna de un premio o un logro.

Se pregunta ¿Se estarán dando estos presupuestos básicos para la escogencia de futuros funcionarios para ocupar altos cargos de Estado con millonarios presupuestos, que son dineros de los contribuyentes destinados para el desarrollo social de los colombianos?

¿Bastará acreditar solo 3 años de experiencia profesional para ser titular de una alta posición oficial, o solo se requiere la amistad o confianza del superior jerárquico, por afinidad personal o ideológica?

Son formas de gobernar donde solo hay un perjudicado. La sociedad toda.

J.F Paz. Ex magistrado

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