En el trasegar cotidiano del ser humano, son inevitables las caídas, estas provocan situaciones muy difíciles y complejas que requieren ser analizadas de una manera muy pormenorizada del porqué se están presentando estas situaciones.
Voy a tocar un tema muy particular y que está ocasionando una fuerte erosión en las familias, y es el de tener que enfrentar como situaciones de alcohol y drogas destruyendo la vida y sueños de un familiar cercano.
Son situaciones de crisis que están ocasionando fuertes roturas en la institucionalidad familiar, que en veces, su manera de tratarlas no es el más apropiado, nadie está exento de que un familiar o una persona amiga caiga en el consumo exagerado de alcohol y drogas, que provoca esto, la respuesta la tiene solo el que está inmerso en esos consumos o su entorno familiar, por ello se requiere de un apoyo moral, lleno de humildad, consecuente con las realidades que se están viviendo, y sobre todo llenas de espiritualidad, pero lo que se hace cuando se observa al ser cercano en esta difícil etapa, es atacarlo inmisericordemente, el entendimiento se nubla de una manera rápida y la posible orientación se pierde, sin cumplir un objetivo trazado, el señalamiento se convierte en un tema acusatorio por excelencia.
Se pueden tener muchas ganas de ayudar, pero si no se hace de una manera acertada el fracaso es rotundo, todo esto que nos tiene que llevar a pensar que, para lograr resultados, es fundamental el aprendizaje constante de los errores cometidos, utilizar lo más positivo de ellos, a través de metodologías aprobadas de tratamiento.
En Japón el Aikido es un arte marcial cuyo objetivo principal es” La victoria, sobre uno mismo”, este objetivo se debería interiorizar en aquellos que, en sus caídas de alcohol, drogas, lo puedan aplicar.
El estar en las garras del alcohol o las drogas, no es ningún obstáculo para salir adelante, y sobre todo si en nuestro alrededor tenemos estas circunstancias con algún familiar o amigo, no dudemos en manifestarles el apoyo, diciéndoles de primera mano: Si te caes, levántate.
MANUEL ALBERTO LEMA FERNANDEZ, Periodista