Si usted es uno de tantos colombianos que pretenden ser elegidos para ocupar las dignidades de elección popular que estarán disponibles el próximo 29 de octubre, debe tener una imaginación prodigiosa, y sobre todo rodearse de un grupo de asesores para lograr atraer a los votantes a las urnas.
Eso que llaman el marketing político utilizado en la actualidad, tiene muchas estrategias para conseguir las aspiraciones que se pretenden dentro de una campaña y de sus aspirantes.
13 de septiembre 2023
Voy a referirme a una en especial y que ha dado a los aspirantes grandes satisfacciones, y es la que les manifiestan a las gentes que digan que vienen de abajo, de donde son ellos, que han sufrido igual que ellos las dificultades de no atención de las necesidades básicas de las comunidades, para poder vivir dignamente.
Como las comunidades todavía guardan esperanza en aquellos oportunistas de turno, que llegan prometiendo el oro y el moro, expertos en manipulación de las gentes, que son los poseedores de la solución para todo, y que son los llamados a solucionar las problemáticas diarias de una comunidad en general, depositan su confianza en esos personajes oportunistas.
El YO VENGO DE ABAJO, se convirtió en una herramienta favorita de los oportunistas de turno, logran tocar el corazón de las personas, y hasta logran cambiar sus conceptos brindando cosas superfluas y vagas, y son más saludables que un agua de apio, decía mi madre, porque después, no los saludan cuando se los vuelvan a encontrar, lo importante es el voto y aquí vale cualquier estrategia.
Lo más desesperanzador es que todavía hay muchos incautos que caen en las garras de estos nefastos personajes, que después de elegidos se les olvida quienes contribuyeron a su elección, si quieren un ejemplo claro es el del alcalde de Medellín, quien con el cuento de que yo me crie en el Tricentenario, se ganó a muchos incautos hoy arrepentidos por elegir semejante personaje, en ese barrio de Medellín todavía preguntan quién es ese señor.
Así que el 29 de octubre elija bien, para que no se arrepienta de su decisión.
MANUEL ALBERTO LEMA FERNANDEZ, periodista