A propósito de las campañas que se adelantan para renovar en teoría el Congreso de la República y elegir nuevo presidente que lo reclama con urgencia la nación, cobra importancia el voto para que sea la voluntad popular, libre en su ejercicio, la que decida el camino a seguir, su futuro político. Que ese voto sin presión alguna señale senderos diferentes a los actuales, donde no se imponga el nepotismo político, grotesco proceder del odioso cacicazgo, la doble militancia o transfuguismo, las aspiraciones de quienes abusaron de la confianza popular, la trashumancia o trasteo de votos, así como las consejas o rumores que viene polarizado a la sociedad, unos días con la consulta popular, otros días con una constituyente, cabildos abiertos o la de una huelga general, con el atosigamiento de una fracasada paz total, en sintesis que esa expresión popular sea el producto de un serio análisis de la actual realidad nacional.
Reconocer que desde el alto gobierno se generan políticas de polarización del electorado, con insultos, denuestos, amenazas que en nada beneficia el debate electoral que está a la espera de ideas, de verdaderos programas de gobierno, ¿Cómo mejorar la economía, la hacienda pública, la justicia, su reforma estructural prometida de tiempo atrás, las cargas impositivas, la seguridad urbana y rural, la seguridad social tan ultrajada en el actual mandato, la deserción escolar infantil, la vivienda digna, la infraestructura vial castigada por este gobierno, la política exterior sometida a una capitis deminutio y no con temas de segundo orden, de coaliciones, de cómo sumar unos votos, pero lo de fondo, lo sustancial, las necesidades colectivas, no se les escucha decir nada o por lo menos expuestas con claridad.
Lo que pueda suceder en el futuro está en nuestras manos, con un correcto ejercicio del voto. Lo expresado se puede abreviar diciendo: los malos gobiernos erosionan la legitimidad, la democracia, los buenos la vigorizan.

ADENDA UNO: Si bien abogamos por una campaña electoral con altura, con serios programas de gobierno, dejando de lado el léxico demagógico, populista y engañoso propio de cierta dirigencia, es el momento para reclamar respeto por lo que se ha denominado la democracia de opinión, por quienes sin escrúpulo alguno acuden a la simplificación de la realidad social, a la manipulación de la propaganda posicionando a candidatos de su predilección con el único objetivo de conseguir el poder que tanto los ha favorecido y mantenido.Cierto es que la política es necesaria e imprescindible para canalizar las ideas de beneficio colectivo, pero si no se practica como un servicio público, de manera transparente, con respeto al contrincante, entonces se convierte en el juego de unas maquinarias que solo buscan perpetuarse en los escaños legislativos y rama ejecutiva.
ADENDA DOS: Hasta cuando tendremos que soportar los desplantes, la mala educación, la pataneria del histerico Min Salud, que fuera de acaparar cuotas burocráticas en el ejecutivo nacional, con un asomo de nepotismo, propone cínicamente que para castigar el sistema financiero se guarde la plata en el colchón, un retorno a las épocas primarias de la humanidad. De tantas «sandeces» líbranos señor. Ahora bien, recordar las denucias que van y vienen en contra de este funcionario, la pregunta sería, ¿Dónde está la Procuraduría, sirve para algo esta costosa entidad estatal?
Por: J.Ferney Paz Q – Exmagistrado
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