IMPOSIBLE NEGAR LA DELICADA SITUACIÓN POLÍTICA Y SOCIAL

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Se expresa lo anterior, a propósito de las dificultades en la gobernanza, o dicho en buen romance, mientras no conozcamos la realidad del país, o peor aún, se conozca y se quiera desconocer por la clase gobernante y dirigente, no se podrá obtener una política con sentido social que reclama un alto porcentaje de la población, que nos obliga a preguntarnos, ¿cómo llegamos a estos niveles de barbarie, de violencia indiscriminada, de pobreza, de corrupción administrativa, de pérdida de valores humanos, de la des-dignificación de los altos cargos del estado, de una justicia descompuesta, carente de credibilidad, donde parte de la crisis tiene que ver cuando la “mayoría de la sociedad insolidaria e indolente, abdica de sus deberes,“ según expresión del profesor Ramón de Zubiría.

Un hecho cierto que no se puede desconocer, el país viene fallando en la escogencia de sus gobernantes, como en sus dirigentes, muchos de ellos con cuestionamientos éticos, con procesos penales en curso, subjudice, locución latina usada para significar que se encuentra pendiente de una decisión judicial, con métodos de trabajo que rayan con las normas penales, y que han hecho del soborno, el cohecho, el prevaricato, el concierto para delinquir una forma de vivir.

No es posible que la paz se utilice como bandera electoral, cuando debe ser una política de estado, que las obras de infraestructura vial no despesquen para apalancar el desarrollo de las regiones, el incumplimiento de las promesas electorales (Universidad de la paz para el Catatumbo, el tren entre Buenaventura – Barranquilla, aeropuerto internacional para la alta guajira construido por el ejército, hidroeléctrica para lópez de micay, reforma política, electoral , como muchas otras más que sirvieron de incentivo para obtener una votación para campaña electoral).

Si a lo anterior se le suma el mal momento político con grietas al interior del ejecutivo central, como se reveló en el pasado consejo de ministros, si así se le puede llamar, surgen interrogantes respecto a que la nación no pasa por un buen momento social y político, el descontento se palpa, paros, protestas, la crítica situación fiscal , un orden público sin control alguno , la incredulidad frente a la clase política, desconfianza hacia el sector judicial por la morosidad en sus fallos, enfrentamientos entre los órganos de poder, la ausencia de un liderazgo presidencial , solo podemos concluir que el futuro es incierto, salvo que se deje de lado tanta polarización y se piense en función de patria.

¿Será que estamos degenerando la democracia por una OCLOCRACIA.? Lamentable sería si se llega a esos estados de poder. Ojo avizor. Advertidos estamos.

ADENDA UNO. A propósito de la inconformidad presidencial por la deportación de conciudadanos desde los EE. UU en condiciones no dignas que originó una crisis casi que de estado frente al gobierno norteamericano, sería conveniente aludir a la coherencia frente al término invocado, si esa misma inconformidad gubernamental se plantea en las condiciones inhumanas de la población carcelaria hacinados en unas instalaciones más parecidas a las mazmorras de las épocas medievales, sin que exista una verdadera política a favor de este sector que conduzca a la rehabilitación del individuo.

La coherencia es una condición relevante en los asuntos de gobierno.

ADENDA DOS. Frases de un gran colombiano para el momento presente que nunca caerán en el olvido: el poder para qué, Colombia es un país de cafres, que la gente pueda pescar de noche, en el gobierno se puede meter las patas pero no las manos, (ex presidente Darío Echandía).

Por: J.Ferney Paz Q – Exmagistrado

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