DESPEDIDA AL 2023

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En este polémico 2023 resaltar la agenda pública copada por la llamada paz total, las negociaciones con altibajos con el ELN, los acercamientos con una insurgencia armada que demuestra poco interés en llegar a unos acuerdos ,la violencia » persistente, grave y generalizada» como la califica la Corte Constitucional contra los líderes sociales del país.

Y que no decir sobre las reformas que se tramitan sometidas al vaivén de las lisonjas oficiales, desnaturalizando la ley de bancadas, el desconocimiento reiterado de la separación de poderes, tratando de imponer criterios de gobierno, el elevado costo de vida que afecta a la población, hace que abriguemos la esperanza que el próximo año llegue con mejores augurios en lo social, económico y que el gobierno nacional le dé una mejor lectura al panorama político de la nación en procura de una eficiente gobernanza maltrecha en los últimos meses.

De igual manera incrementar la lucha seria y frontal contra ese cáncer que carcome la institucionalidad convertido como un sistema alternativo de poder como lo es la CORRUPCIÓN, sin contar con su pariente cercano, los conflictos de intereses de moda en las tres ramas del poder público.

Se entienda que para que se consolide la paz social como anhelo nacional se deben respetar los derechos humanos, el libre disenso, paz que debe ir acompañada de una justicia creíble, en ocasiones tan ladeada, subjetiva y con evidentes errores jurisdiccionales que la tiene con bajos índices de favorabilidad frente a la opinión ciudadana.

Que los medios de comunicación dejen de lado las noticia mediáticas, de farándula y de alabanza oficial para centrarse en los reales problemas del país, que no son otros que la seguridad ciudadana, la deserción escolar, la informalidad, el boleteo, las extorsiones de barrio, el micro tráfico, el abandono de la salud de un amplio sector poblacional y se constituyan en verdaderos voceros de la opinión ciudadana.

Al gobierno como a los partidos evitar al máximo la polarización social que conduce al más absurdo de los absurdos, que origina una restricción del uso público de la razón, mejor el diálogo democrático, llevado con altura como característica de la civilidad política.

Nuestros votos para que esta Nación recupere en el 2024 la prestancia de su nombre, como estado democrático, respetuoso del derecho, la igualdad, la libertad, aspectos estos amenazados por fuerzas extrañas al orden constitucional.

Adenda uno. Este año nos deja funcionarios de estado Sub judice, con gran poder burocrático y presupuestal, donde el decoro administrativo pareciera fuera una virtud del pasado, más no para el gobierno del cambio.

Adenda dos. Nuevo aire administrativo para la ciudad de todos, Bogotá, como para la señorial Manizales.
Fin a unos gobiernos de desorden, caos, donde la megalomanía llegó a su máxima dimensión.

¿Hasta cuándo la invasión del otrora Parque Nacional?

Esta columna reaparecerá en la tercera semana de Enero, si el ser superior nos renueva la visa.i

FELICES FIESTAS. PARABIENES 2024

J.F.Paz Quintero Exmagistrado

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