Mitos y leyendas de Envigado

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En todos los pueblos del mundo, en especial las antiguas civilizaciones creadoras de las incipientes culturas, aquellos nos han legado sus relatos a través de las narraciones por medio de la transmisión oral o escrita, ellas fueron siempre las creadoras de los mitos y leyendas, que dieron origen a las religiones y en especial, a los hechos históricos, de los cuales estamos embebidos con sus historias míticas, tales como se narran en muchos libros, y para traer un ejemplo, lo descrito sobre la guerra de Troya por el poeta Homero en sus grandiosa obras la Ilíada y la Odisea, que ha sido fuente de inspiración para muchos escritores posteriores. Es así como en Envigado, también tuvimos nuestros poetas, escritores y narradores, que llenaron muchas páginas de nuestra historia, con mitos y leyendas, algunas de estas traídas de otras regiones o de poblaciones vecinas y en algunos casos de la mitología universal. Vamos a referirnos a algunos mitos y leyendas que han distorsionado los hechos reales, ya sea por desconocimiento o simplemente, porque a alguien se le ocurrió contar a su manera de ver las cosas, como si fuera la propia verdad.

Henry Gallo Flórez – Mayo 2022

Muchas de las leyendas, son copias de otras y de otros pueblos, que las han acomodado a su terruño, ejemplo, la de la Llorona, que se ha traído a nuestra ciudad, pero que no nos pertenece.Y asípodríamoscontinuar platicando de otra serie de narraciones fantásticas, de invención humana, propia de otros lugares, pero de las que nos hemos apoderado para hacerlas nuestras. A cerca de los mitos, nos hemos de referir a dos de ellos, que siguen haciendo parte de nuestra historia, y se continua enseñando en las escuelas y demás instituciones de la localidad.

 Veamos el principal: Nos siguen inculcando que Envigado fue fundado, el día 14 de julio del año 1775 día su fundación, cuando para esa fecha tan solo se había recibido una carta del señor Obispo de Popayán, para el señor gobernador de Antioquia, en la cual se le autorizaba traer un cura, para dirigir una nueva parroquia, que debería construirse en el Sitio (o el rastrojo) de Envigado, lugar que pertenecía en lo civil y en lo eclesiástico a la Villa de la Candelaria de Medellín y que se denominaba El Partido (territorio) de Envigado, el cual abarcaba una gran parte del Valle de Aburrá. En ese día, que nos fijan históricamente, tan solo existían unas cuantas construcciones rurales, la mayoría fincas de recreo de los ricos de Medellín y no existía iglesia alguna y menos un pueblo, como era menester para concedérsele la fundación y no había párroco (éste vino el 10 de enero de 1776) y el alcalde pedáneo fue nombrado en el mes de diciembre del mismo año en que llegó el señor párroco, para ejercer una especie de función no administrativa, sino como inspector (para arbitrar pleitos entre vecinos).

Otro de los grandes mitos, es aquel en el cual nos dicen que los Anaconas, eran los ancestrales indígenas de estas tierras, cuando es bien sabido por los historiadores modernos y de otros tiempos, que los pobladores de Envigado, eran los mismos indios de la Nación Nutabe, que habitaban en todo el Valle de Aburrá, iguales a los de Medellín y sus alrededores. El término anacona, significa indio servil, palabra del idioma quechua de los Yaguarconas, con la cual asignaban a los indígenas que habían sido capturados en sus guerras y que eran sus servidores. Los españoles tomaron este término para designar a los indígenas que les eran útiles en sus correrías y en sus lugares de trabajo, en todo el territorio nacional. No vemos pues, porqué se sigue hablando de los Anaconas de Envigado y asignando nombres de lugares, de equipos deportivos y dando premios y reconocimientos con este nombre.

Envigado, agosto 7 de 2015.

HENRY GALLO FLÓREZ

Profesional de la Arquitectura y profesor universitario, nacido en la ciudad petrolera, Barrancabermeja, en el año 1945, pero residenciado en Envigado desde hace algunos años (2002). Efectuó sus estudios primarios en el Colegio de la Salle en Envigado y en el Seminario Divino Salvador de la Estrella, Ant., terminó sus estudios secundarios en el Instituto Pascual Bravo en Medellín, ciudad donde también realizó su preparación profesional, inicialmente en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Pontificia Bolivariana, finalizando su carrera como Arquitecto Constructor en la Universidad Nacional de Colombia, donde se desempeñó como docente hasta el 2003, año en que se jubiló, después de haber servido como profesor en varios planteles educativos de la ciudad;  luego pasó a desarrollar labores en los campos de la investigación histórica en el Centro de Historia de Envigado y en la Sociedad Bolivariana de Antioquia, entidades en las cuales ha elaborado trabajos de carácter históricos durante los últimos años.

Hijo de Alfonso y Saturia, de familias antioqueñas quienes residieron en la ciudad petrolera de Barrancabermeja por mucho tiempo, pero que no olvidaron sus raíces ni sus ancestros y educaron a sus hijos en las tierras que los vieron nacer. Sus hermanos Omar (fallecido), Nubia, Ruth y Myriam, residentes en diversos sitios del Valle de Aburrá y USA.

Casado y padre de una hija Sandra, y abuelo de dos nietos, Manuel Alejandro y Santiago, todos ellos residenciados en Medellín. En la actualidad vive con su compañera sentimental, la señora Soley Aguirre Rodríguez en una zona céntrica del Municipio.

Ha pertenecido a múltiples instituciones culturales, en especial a la Tertulia Cultural y Literaria de la Biblioteca José Félix de Restrepo; a la Sociedad Bolivariana de Antioquia y al Centro de Historia de Envigado, en este último ha ocupado el cargo de vicepresidente en dos ocasiones y Presidente de la Institución durante los períodos 2008-2010 y en 2013 al 2015  y luego ocupó la Presidencia hasta el 2017 en dicha institución que por algunos inconvenientes personales tuvo que retirarse; además estuvo como Vicepresidente del Consejo de Redacción de la Revista Viguerías Culturales y miembro permanente del Colectivo de Enviletrados.

Sus trabajos literarios y ensayos poéticos han sido realizados más como un pasatiempo cultural, para las diversas tertulias en las cuales ha sido participe. Algunos de sus escritos han sido publicados en la prensa local. –  Para la Sociedad Bolivariana, donde es socio de número, presentó en el 2010, su libro BOLIVARISMOS, crónicas sobre el Libertador Simón Bolívar y algunos de los personajes que lo acompañaron en su gesta emancipadora. La mayoría de su obra poética permanece inédita. Igualmente tiene en fase de elaboración varios libros, sobre diversos temas culturales en espera de una posterior publicación. De su época como docente universitario, tiene varios trabajos y libros, sobre temas relacionados con su profesión. Actualmente está alejado del mundo cultural y de historia en el cual tanto contribuyó, pero desde Viguerías Culturales, lo seguimos recordando con mucho cariño y gratitud, considerándolo aún Vicepresidente de nuestro Consejo de Redacción.

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